Las cortinas de humo son como el mismo humo, etéreo y fugaz. Los cambios de gobierno, las disputas partidistas en busca de votos no veo que contribuyan a subsanar estas estadísticas. ¿Me tengo qué poner más trágico ?
No se sinceramente si necesitamos algo más para un verdadero pacto de estado, para darnos cuenta de qué bordear el problema, no contribuye a su solución. España como toda empresa, necesita un plan estratégico, un saber dónde queremos llegar y cual será nuestro posicionamiento futuro con respecto a la competencia. No estaría de mas preguntar a la sociedad cómo quiere vivir a partir de ahora. Después de la etapa de consumismo desaforado, viene la calma. Nos ha pasado como a los niños que el día de reyes, encuentran tantos regalos que no saben con cual jugar. Al final, después de dedicarle escasos minutos a cada uno, los dejarán en el olvido para siempre. Volveremos a jugar con la pelota de trapo? Obviamente no, unos vecinos con los ojos rasgados, son capaces de fabricar balones de cuero por menos dinero de lo que nos costaría comprar los trapos.
Después del vaso medio vacío, veamos el vaso medio lleno. Hay que proyectar un país de futuro. Ahora en las empresas nos damos cuenta que lo más importante es el capital humano, siempre lo ha sido. En la sociedad, lo más importante son las personas, siempre lo han sido. La excelencia en ellas, nos dará la riqueza de nuestro país, nos garantizará un lugar entre los continentes..
Apostemos por la formación, salgamos de las faldas y esforcémonos en aprender.
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