¿Amenaza? Oportunidad de mercados emergentes para nuestros productos. El mercado, fruto de el aumento del nivel de vida en estos países, es para mi el principal foco de actividad económica capaz de sacarnos de la crisis. No creo que sea tan importante nuestro puesto en el ranking de potencias económicas, lo realmente importante es el margen de beneficio en nuestras transacciones. Lo importante en una empresa no es la facturación, es el beneficio. Debemos reinventar o adaptar nuestras mega empresas a empresas con productos o servicios con fuerte valor añadido. La segmentación por precio, mejor la dejamos para estas potencias emergentes en cantidad. Vuelvo a recordar los juguetes; dejemos que ellos fabriquen los regalos de los amigos del colegio en el cumpleaños, fabriquemos nosotros los de los padres, los padrinos y los tíos.
En la India los ingenieros multiplican a los nuestros. Hace poco, un güru de las redes sociales nos comentaba en el proyecto Iniciador (felicidades a los organizadores), como se habían llevado la programación a Argentina. Todo esto es perfecto, se esta creando una clase consumidora deseosa de encontrar alguien capaz de ofertarles ocio. Ese alguien puedes ser tú.
Una nueva clase consumidora que estoy seguro, llegará a la época de consumismo desaforado tan conocida por nosotros en los últimos años.
Tenemos delante un océano azul tan fácil de surcar como encender el ordenador, como adivinar como distinguirnos entre el montón de juguetes. Toda esa gente quiere ser feliz y como tantas veces lo asociaran a consumir.
El mercado nacional y europeo esta vivo. Tarde o temprano tiene que recuperarse. Nadie sabe cuanto tiempo tardará en olvidar este tortazo y caer de nuevo en vivir en un sueño ficticio. De lo que estoy seguro es de el tipo de consumo futuro. No lo he pensado yo solo, ya se habla de ello en los últimos años en los congresos de marketing. El mercado se va a polarizar (si no lo esta ya) entre el segmento bajo y el alto. El medio es mediocre, es querer y no poder, no gana ni en precio a los baratos ni en imagen a los caros. También estoy seguro, de la valoración paralela a la recuperación del compromiso social de las empresas con sus productos o servicios. Esta crisis, nos ha echo ver lo fácil que es pasar de héroe a villano, de jeque a jornalero. Nos volveremos más solidarios pensando que mañana podemos ser nosotros. Esta solidaridad se reflejará en aceptar un incremento de precio si este lleva asociado un beneficio social.
La Responsabilidad Social Corporativa solo esta dormida, no esta muerta.
Después de esta dosis de entusiasmo solo nos hace falta trasmitirlo a los bancos, convencerlos de apostar por nuestros proyectos, decirles que si dejan morir a las empresas faltas de tesorería por el retraso en los cobros (muchos de la administración) dejarán morir al país. Libre competencia? la banca tiene la potestad de demostrarlo.
A comernos ese gran mercado.
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